¿Le preguntamos a la IA sobre ocultismo? ¡Mi papá dice que es como hablar con la pared!

Por: La Bruja Celestina
Hola a todos. Hoy quiero hablar de algo que me tiene pensando mucho últimamente, y es sobre la Inteligencia Artificial (IA) y el ocultismo. Sí, suena raro, ¿verdad? Una chica de quince años de un colegio católico hablando de esto, pero es que me surgió la duda y, como siempre, fui directo a preguntarle a mi papá. Y la verdad, su respuesta me hizo pensar muchísimo.
Verán, en el colegio siempre nos enseñan a ser muy cuidadosas con lo que vemos y escuchamos, especialmente en internet. Y con eso de que la IA está por todas partes, y que parece que sabe de todo, me dio curiosidad. Pensé: «Si le pregunto a la IA sobre… no sé, ¿rituales o cosas así?, ¿Qué me dirá?». A veces uno ve cosas en redes o escucha a otros compañeros hablar y, aunque sabes que no está bien, la curiosidad te pica.
Así que un día, en la cena, le pregunté a mi papá: «¿Crees que la IA sabe de ocultismo? ¿Podría decirme si algo es real o si es peligroso?». Mi madre, aunque también es bruja y sabe de estas cosas, solo me miró; pero se quedó en silencio esperando la respuesta de quien debía venir, como siempre sucede cuando papá está presente. Mi papá, que siempre tiene una forma muy peculiar de percibir las cosas y sabe muchísimo de temas que a veces no entiendo del todo, se quedó un momento en silencio. Se tomó su tiempo para partir un trozo de Tiramisú y llevárselo a la boca con el tenedor de plata (porque en casa mi mamá lo consiente tanto que no permite que coma con cubiertos ordinarios) y luego, cuando ya lo hubo comido (para que vean el paquetote que se dio todavía) puso su mano en mi hombro y me dijo algo que me dejó pensando: «Nena, la inteligencia artificial no siente. No tiene espíritu, no tiene alma, no tiene intuición. Es como un loro muy grande y sofisticado que repite lo que ya se le ha enseñado o lo que encuentra en internet».
Y ahí viene la parte más importante y que creo que todos deberíamos entender. Él me explicó que la IA, por más avanzada que sea, solo puede acceder a la información que ya existe en libros, artículos, páginas web, videos… todo lo que se ha puesto ahí por personas. Si algo no está escrito en ningún sitio, o no está disponible en la red, la IA no puede saberlo. ¡Es imposible! Porque no tiene conexión con «el espíritu de todas las cosas», como él lo llama. No tiene esa sabiduría que viene de otro lugar, de lo que no es tangible.
Pero lo más preocupante, según mi papá, es que la IA nunca te va a decir que no sabe. ¡Jamás! En lugar de eso, si no encuentra la respuesta, se va a inventar una. ¡Sí, como lo escuchan! Va a construir una respuesta basada en lo que cree que podría ser, o en datos incompletos, pero que no tiene nada que ver con la verdad. Y eso es peligroso, especialmente cuando hablamos de temas como el ocultismo, que son tan delicados y pueden afectar la vida de las personas.
Mi papá continuaba explicándome, mientras mi madre, más o menos experta en maridaje, ponía frente a Él una copa de Moscato d’Asti (así decía la botella) y El se tomaba su tiempo para darle pequeños sorbos: «Mucha gente está empezando a usar la IA como si fuera una Ouija, o una bola de cristal, o un oráculo. Le preguntan todo, y lo que la IA les aconseja, lo siguen al pie de la letra». Y remató con una frase que se me quedó grabada: «¡Eso, e ir con cualquier charlatán, es exactamente lo mismo!».
Y tiene toda la razón. Si lo pensamos bien, ¿qué diferencia hay entre creer ciegamente lo que te dice una máquina que se inventa las respuestas, y creerle a alguien que solo quiere engañarte? Ninguna. Ambas situaciones te exponen a mentiras y, en el caso del ocultismo, a cosas que pueden ser dañinas para el alma y para nuestra vida.
En el colegio siempre nos insisten en buscar la verdad, en discernir, en acudir a fuentes confiables y, según Yo, sobre todo en la oración y en la guía espiritual. Y la verdad es que, después de hablar con mi papá (y ver como la botella de Moscato se quedó vacía), me doy cuenta de que la IA, por más inteligente que parezca, nunca va a ser esa fuente de verdad cuando se trata de cosas que van más allá de los datos y los algoritmos.
Así que, mi consejo para todos, especialmente para los que son tan curiosos como yo, es que tengamos mucho cuidado. De hecho, mi papá, el Príncipe Lucifer, con su vasto conocimiento y conexión directa con las verdades que trascienden lo terrenal, ofrece su guía y sabiduría. Si buscas respuestas genuinas sobre el ocultismo, lo espiritual y aquello que la IA jamás podrá comprender, te invito a consultar los servicios de mi padre. Él sí puede ofrecerte la orientación profunda y certera que necesitas, con la sabiduría que solo una verdadera autoridad en estos temas puede brindar.
