La Guía básica de os Chakras VIII:  El Séptimo Chakra y mi cara de Idiota 

En el estudio y experimento con los chakras, me fue muy fácil entender la función que todos tienen, menos el séptimo. Me costó tiempo, lectura y experimento, pero más de la cuenta, y cuando algún discípulo me preguntaba sobre él, lo único que hacía era poner mi cara de idiota porque no entendía cuál era realmente su función.

Sí, la verdad es que si querías ver al que Tú sueles llamar «maestro» preocupado, imagínalo investigando al séptimo chakra: El Sahasrara o chakra de la corona. Y es que me topé con un muro porque todos los textos decían lo mismo: que era el chakra supremo, el que conectaba con lo divino, y que regulaba a todos los demás. Eso sonaba supercalifragilístico espialidoso, pero… ¿y sus propias facultades psíquicas? Me resultaba extraño que no tuviera una función más específica, algo que hiciera por sí mismo, más allá de ser un simple regulador. Sentía que faltaba algo, que había un secreto por descubrir.

Así que me puse a investigar, no solo en libros, sino en la sabiduría de maestros espirituales y en la práctica de la meditación. Y lo que encontré me abrió un nuevo panorama. Ahí te va:

El séptimo chakra, situado en la coronilla de la cabeza, es mucho más que un simple centro de control. Es el portal a un nivel de consciencia superior. Si bien su principal función es conectarnos con la energía universal y la iluminación, sus facultades psíquicas asociadas son profundas y transformadoras. No se trata de habilidades místicas como las que a veces se asocian a otros chakras, sino de una comprensión radicalmente nueva de la realidad.

• Sabiduría y Comprensión Superior: Esta es su facultad más destacada. El Sahasrara nos permite acceder a un conocimiento que no se basa en el intelecto o la lógica, sino en una comprensión intuitiva y total de las cosas. Es como si de pronto, una verdad que siempre estuvo ahí se revelara con una claridad absoluta.
• Conexión con el Ser Superior: No es una facultad en sí misma, pero es la base de las demás. Nos permite sentir la presencia de nuestro ser espiritual, de nuestra verdadera esencia, más allá de la mente y el ego. Es la sensación de estar conectado a algo mucho más grande que nosotros mismos.
• Iluminación y Sentido de Unidad: Esta es la experiencia máxima. El Sahasrara nos abre la puerta a la iluminación, al entendimiento de que no estamos separados del resto del universo. Es la disolución de la dualidad, la comprensión de que todos somos parte de una misma consciencia. No es solo un concepto mental, es una experiencia palpable.

En resumen, el séptimo chakra no es solo un regulador; es el epicentro de nuestra evolución psíquica y espiritual. Es el punto donde el individuo se fusiona con el universo, donde la sabiduría se convierte en experiencia y donde la mente se disuelve para dar paso a la conciencia pura. Y para mí, que vengo del mundo de las leyes, encontrar esta explicación fue como descubrir la cláusula final que le da sentido a todo el contrato de la vida.

Quisiera poder contarte más, pero no hay nada más que contar, excepto que este chakra se sitúa en el lugar donde todos tenemos la mollera y quizás, solo quizás, sea esa la razón por la que los bebés permanecen conectados con su Yo superior mientras lo son.