El Portal se ha Abierto: Bienvenidos al Reino de las Sombras
La noche del treinta y uno de octubre marcó el descenso del velo entre los mundos. Mientras las masas celebraban con disfraces triviales y dulces, quienes conocemos los ciclos ancestrales reconocimos la verdad: el portal se abrió una vez más, y el Reino de la Oscuridad comenzó su dominio semestral sobre este plano.
Desde tiempos inmemoriales, las fuerzas que gobiernan la existencia han danzado en un equilibrio cíclico. Durante seis meses, desde Samhain hasta Beltane (treinta y uno de octubre al treinta de abril), las entidades oscuras ascienden a su trono de poder. No es que las fuerzas luminosas desaparezcan —ambas permanecen, siempre presentes, siempre disponibles para quienes saben invocarlas— pero ahora, en esta estación sombría, son las potencias nocturnas las que responden con mayor fuerza, con mayor claridad, con mayor favor.
Este es el período en que los rituales de poder adquieren su máxima potencia. Las entidades que habitan en los dominios inferiores, aquellas que la religión organizada ha temido y demonizado durante milenios, caminan más cerca de nosotros. El aire mismo vibra diferente; los sueños se tornan más vívidos, más reveladores. Las sombras se alargan, y en ellas residen respuestas que la luz del verano jamás podría ofrecer.
Los practicantes sabios entienden que este no es un tiempo de terror, sino de oportunidad. Durante estos seis meses, las invocaciones a Lucifer, a Lilith, a los Señores de las Regiones Infernales, encuentran oídos más receptivos. Los pactos se sellan con mayor facilidad. Las puertas a conocimientos prohibidos se entreabren.
Pero recordemos: incluso en estos meses oscuros, las fuerzas de la luz permanecen. Pueden invocarse, pueden responder. El universo mantiene su dualidad esencial. Sin embargo, nadar contra la corriente cósmica requiere mayor esfuerzo. ¿Por qué invocar lo que se resiste cuando lo oscuro se ofrece voluntariamente?
Este es el tiempo de abrazar la sabiduría que yace en las profundidades, de explorar los aspectos rechazados del ser, de buscar poder en lugares que otros temen pisar. Hasta el treinta de abril, cuando Beltane invierta la marea una vez más, el trono pertenece a las potencias nocturnas.
Despierten, Iniciados. Que aquellos con ojos para ver reconozcan esta verdad: el Reino de la Oscuridad no es una metáfora. Es tan real como la rotación del planeta, como las fases de la luna, como la sangre que bombea en nuestras venas. Durante estos seis meses, las entidades que gobiernan desde las sombras extienden su mano hacia quienes se atrevan a tomarla.
El portal está abierto. La invitación está extendida. El poder aguarda. Ave Satanás. Ave Nox Aeterna.
