En la vida diaria, a menudo buscamos herramientas extraordinarias para lograr nuestros objetivos, sin darnos cuenta de que poseemos un conjunto de habilidades sutiles pero poderosas: la magia menor. Este concepto, popularizado por Anton LaVey en su obra «La Biblia Satánica», se refiere a la capacidad de influir en nuestro entorno y en las personas mediante acciones cotidianas, antes de recurrir a rituales más elaborados, o como ayuda después de haberlos realizado.

¿Qué es la Magia Menor?

La magia menor, también conocida como magia no ritual o magia manipulativa, consiste en la aplicación del ingenio y la psicología para generar cambios en nuestro entorno de acuerdo con nuestra voluntad. A diferencia de la magia mayor (o Leviatán), que implica rituales formales y ceremonias, la magia menor (o Belial) se manifiesta en nuestras interacciones diarias y en la forma en que nos presentamos al mundo.

Herramientas de la Magia Menor

La magia menor se basa en el uso consciente de diversos elementos para influir en los demás y en las situaciones que nos rodean. Algunas de estas herramientas incluyen:

• Apariencia personal: La forma en que nos vestimos, nos peinamos y nos movemos puede transmitir mensajes poderosos y afectar la percepción que los demás tienen de nosotros. Si quieres quedar bien con una chica, pero hueles mal y te vistes como pordiosero, tal vez tengas que pensar un poco en cambiar de look.
• Lenguaje corporal, verbal y tono de voz: Nuestra postura, gestos y entonación pueden reforzar nuestras palabras y generar confianza o persuasión. Nunca conseguirás pareja, trabajo ni admiración, si das la impresión de ser una persona débil, porque este mundo es de los fuertes.
• Ambientación: El uso de colores, aromas y música en nuestros espacios puede crear atmósferas propicias para ciertos estados de ánimo o comportamientos. Nunca busques reconocimientos en el trabajo, si tu propia oficina es un porquerizo.
• Comunicación estratégica: Saber cuándo y cómo decir algo, así como adaptar nuestro mensaje al interlocutor, puede ser clave para lograr nuestros objetivos. Las técnicas de manipulación y Psicología oscura juegan un papel crucial en todo esto.

Aplicaciones Prácticas

Aquí vale la pena contarte una anécdota: En cierta ocasión me encapriché, porque fue capricho y nada más, con la idea de acostarme con una chica que era bastante despectiva con todos. Por supuesto, todos le tenían miedo. Yo ya conocía lo que Tú necesitas saber del sexo opuesto: Que todos somos animales y deseamos las mismas cosas. Hice un ritual de Magia Mayor, pero después, me fui hacia donde Ella trabajaba y parándome frente a su escritorio con las manos escondidas detrás mío, le dije:

«Si adivinas qué traigo escondido, te daré el privilegio de salir conmigo.»

Ella, despectiva como siempre, me respondió:

«Ash, nada que me importe realmente.»

Si una chica te responde así, seguro que te das la media vuelta y te vas; sin embargo, Yo me reí, le enseñé las manos vacías y le dije:

«¡Adivinaste, bruja! ¿A qué hora paso por ti?»

No te contaré más, pero esa noche la pasamos juntos. Habría pasado de cualquier modo, porque Yo ya había celebrado un ritual; pero mi acción en el mundo material aceleró el proceso. Te contaría más secretitos sobre psicología oscura, pero no tenemos tiempo para eso.

La Magia Menor como Camino hacia la Magia Mayor

Antes de recurrir a rituales complejos o prácticas esotéricas, o incluso como dije, «después de haberlas realizado», la magia menor nos invita a explorar y potenciar nuestras habilidades innatas. Al dominar estas técnicas cotidianas, no solo nos volvemos más efectivos en la consecución de nuestros deseos, sino que también desarrollamos una mayor conciencia de nuestro poder personal y de la influencia que ejercemos en el mundo que nos rodea.

En resumen, la magia menor, regida por el Príncipe Belial, nos recuerda que, a menudo, las herramientas más poderosas para transformar nuestra realidad están al alcance de nuestra mano, en las acciones y decisiones que tomamos cada día.