Brujería ancestral mexicana: Despierta el poder de nuestros Dioses
Una de las decisiones más importantes que como brujos podemos tomar es con qué fuerzas espirituales vamos a trabajar. En México, existe una riqueza ancestral que muchos han olvidado, pero que sigue viva y poderosa en la tierra, en el aire, en la sangre de quienes habitamos este territorio.
Entre algunos masones y círculos de ocultismo esotérico, hay una creencia clara: que si eres brujo, debes trabajar con las deidades de tu tierra, no con extranjeras. Aunque yo no soy partidario de imponer límites a la magia —porque la energía es libre y cada brujo tiene su propio camino—, sí considero necesario conocer y respetar las fuerzas originarias que nos rodean. Y si decides invocar a estas entidades, que sea con plena conciencia de su poder y de su historia.
En este artículo, te invito a conocer algunas de las deidades mexicanas más importantes con las que puedes trabajar, tanto si eres mexicano, como si no:
Huitzilopochtli, El Guerrero Solar:
Dios del sol y de la guerra. Es protector del pueblo mexica, el que guía, el que avanza aunque todo arda. Ideal para trabajos de fuerza, protección, rompimiento de maldiciones, limpias poderosas o batallas mágicas. También se le puede pedir sabiduría.
Tezcatlipoca, El Espejo Humeante:
Dios de la oscuridad, el destino, el misterio y la transformación. Su energía es densa, fuerte, y no es para cualquiera. Es considerado «el diablo mexicano», debido a que se trata de la antítesis de Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada o el «Cristo mexicano». Con Él puedes trabajar para dominar tus sombras como lo haces con la energía satánica, ver más allá del velo o cortar ataduras mágicas.
Quetzalcóatl, La Serpiente Emplumada:
Dios del conocimiento, del viento, de la palabra sagrada. Se le considera “el Cristo Mexicano” porque es el maestro interno, el que despierta al iniciado. Úsalo para trabajos de sabiduría, evolución espiritual, canalización de los muertos y despertar de conciencia.
Xochiquetzal, Diosa del Amor y la Belleza:
Energía femenina, seductora, creativa. Perfecta para trabajos de atracción, amor, fertilidad (en embarazos y negocios) y arte mágico. Propicia para amarres sexuales, endulzamientos y retornos. Pero no te equivoques: su belleza no es debilidad, es poder envuelto en flores.
Coatlicue, La Madre de Todo:
Diosa de la tierra, la vida y la muerte. Su rostro es terror y ternura a la vez. Acude a ella para procesos de renacimiento, conexión con los ciclos de la vida, magia de sanación profunda y trabajo femenino ancestral. Muchos la confunden con la Santa Muerte. Algo tiene de eso, pero no es Ella.
Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, Los Señores del Mictlán:
Guías del inframundo. Si buscas conectar con los muertos, entender la vida después de la muerte, o trabajar necromancia, ellos son los indicados. Sus caminos son oscuros, pero verdaderos. Esta deidad con sus dos aspectos, el masculino y femenino, han sido sincretizados en la figura que hoy en México conocemos como «La Santa Muerte».
Tláloc, El que Hace Llover:
Dios de la lluvia y la fertilidad. En todas las culturas, la lluvia ha sido símbolo de la prosperidad y abundancia porque hace crecer el grano; de modo que resulta ideal para rituales de abundancia, prosperidad, abre caminos, bendición de tierras, siembras mágicas, embarazos imposibles y purificación con agua.
Coyolxauhqui, La Despedazada:
Diosa lunar asociada a la lucha interna, el sacrificio y la noche. Muy poderosa para trabajos emocionales profundos, adivinación, rituales femeninos, y conexión con los sueños o la intuición.
¿Cómo empezar a trabajar con estas deidades?
UNO. Crea un altar simple con copal, velas, obsidiana, flores o alimentos que se les ofrecían.
DOS. Conoce y respeta su historia. No trabajes con ellos como si fueran servidumbre mágica: son entidades con poder, carácter y memoria.
TRES. Si lo deseas, investiga el calendario mexica, especialmente el Tonalpohualli. Algunos días son más propicios para ciertos trabajos.
CUATRO. Usa el náhuatl si puedes. Aunque no es obligatorio, hablarles en su lengua original honra su energía y despierta su atención.
No necesitas ser purista. Puedes trabajar con dioses griegos, egipcios o nórdicos si así te nace. Pero si estás en esta tierra, o te interesa la cultura de mi país, vale la pena conocer a los dioses que caminan sobre este mismo suelo, los que sienten el pulso de estas montañas y volcanes. Si eres mexicano, piensa que a veces, no hace falta ir tan lejos: el poder ya está debajo de tus pies.
Y ahora cuéntame: ¿Qué deidades o energías hay en tu país?
