Brujería y Paz Interior: La Clave para que tus Trabajos Funcionen

Esta es de mis enseñanzas la menos popular, y la causa de que muchos, al oírla, se hayan ido a buscar charlatanes teniendo un brujo de verdad dispuesto a ayudarles. Sin embargo, debo dejarla escrita para que luego no me digan, como muchos me dicen, que nunca se los advertí.
Cuando alguien busca a un brujo para pedir un «trabajo», lo primero y más importante es encontrar la calma. Esto significa controlar esas ganas locas de conseguir lo que se desea. Mucha gente se confunde con esto, porque choca con la idea popular de que la brujería te da lo que quieres rápido y sin esfuerzo. Es común oír: «Pero si los otros brujos no dicen eso. Yo quiero este trabajo porque deseo lo que estoy pidiendo, ¿y usted me dice que primero debo dejar de desearlo?».
Hay que ser claros: no se trata de dejar de desear, sino de dominar ese deseo. Parece lo mismo, pero no lo es. Dejar de desear es rendirse; dominarlo es tener el control. Cuando un deseo se convierte en una obsesión, en un «hambre» que no se quita, nos nubla el juicio y nos hace fáciles de manipular. Es justo en esos momentos de necesidad que muchos se aprovechan, ofreciendo soluciones rápidas y carísimas, cuando lo que en realidad se necesita es paz mental.
Pero aquí está la verdad que pocos brujos te dirán: la razón por la que un «trabajo» no funciona a menudo tiene que ver con tu propia falta de paz. Imagina que siembras una semilla en un terreno lleno de piedras y sin agua. ¿Crees que crecerá? Lo mismo pasa con un deseo que se encarga con desesperación, ansiedad y una mente llena de caos. Si tu energía interna está en conflicto, si estás constantemente preocupado, impaciente o dudando, estás enviando esa misma energía al «trabajo» que encargas.
Tu impaciencia, tu necesidad desmedida de que algo suceda ya, o el miedo a que no funcione, pueden ser los mayores obstáculos. Es como querer correr antes de aprender a caminar. Si tu mente no está tranquila, si sigues obsesionado con el resultado y no con el proceso, esa misma falta de paz puede estar bloqueando cualquier avance. La energía que pones en el «trabajo» es fundamental, y si esa energía es de intranquilidad, no esperes milagros. Es posible que hayas gastado dinero, tiempo y esfuerzo, pero si la base (tu estado emocional) no es sólida, el resultado será el mismo: frustración.
Desgraciadamente, mucha gente busca brujos que les digan solo lo que quieren escuchar. Hace poco tuve una chica en mi consulta que me decía: «Pero es que usted no me pide velas, no me dice que le traiga cosas cada semana ni me pide más dinero para seguir trabajando como lo hacía el brujo anterior.» Luego concluía preguntando: «¿Sí me quiere ayudar o no?»
Esto sucede porque los falsos brujos, los charlatanes sin escrúpulos, se aprovechan de la desesperación y de la falta de conocimiento. Usan pretextos como «la vela se rompió y necesita otra», o «el trabajo es muy difícil y requiere más dinero». Así, explotan la fe y la esperanza de quienes buscan ayuda, metiéndolos en un círculo sin fin de pagos y excusas. Al final, estas prácticas suelen terminar en amenazas, chantajes y una sensación de impotencia aún mayor. Han creado un negocio de la dependencia, donde el objetivo es mantenerte atado, no ayudarte a liberarte.
Mi forma de trabajar es completamente distinta a esas prácticas. Sí cobro; pero también advierto lo que aquí estás leyendo y no busco que la gente dependa de mí o de hacerme rico a costa de su vulnerabilidad. La verdadera ayuda no es alimentar ese deseo descontrolado, sino guiar hacia la tranquilidad y el entendimiento. Antes de cualquier «trabajo», es fundamental mirarse a sí mismo y estar emocionalmente equilibrado. Solo desde la calma y la claridad se puede enfrentar cualquier situación con una buena perspectiva y buen juicio.
La brujería, vista desde este punto, no es una fórmula mágica para conseguir deseos al instante, sino un camino hacia el éxito respecto a lo que deseas, donde la tranquilidad es el verdadero tesoro. Entender esto es el primer paso para dejar de caer en engaños y para que, cualquier camino que elijas, realmente funcione.
¿Estás listo para explorar cómo tu paz interior puede cambiar los resultados que buscas? Si no, entonces va un consejo muy sabio: No inviertas.
