El Cumpleaños Satanista: Un Homenaje al Ego y la Libertad
Para un satanista, el día de su cumpleaños no es una fecha más en el calendario, sino la celebración más importante del año. Un día dedicado a la exaltación del ego, la libertad personal y la autocomplacencia.
A diferencia de otras festividades religiosas, el cumpleaños satanista no se basa en dogmas o rituales preestablecidos. Es una celebración individualista, donde cada persona diseña su propia forma de honrarse a sí misma. Algunos optan por fiestas extravagantes, mientras que otros prefieren un día de introspección y disfrute personal.
En mi caso, mi cumpleaños se extiende a lo largo de treinta días, del uno al treinta de abril. Durante este periodo, me dedico a celebrar todos mis logros y pecados, brindar por ellos, por la gratificación que trajeron a los sentidos, y suelo regalarme aquello que me hace feliz, ya sean experiencias, objetos materiales o simplemente momentos de paz y tranquilidad. No hay cabida para la obligación o la compulsión, solo para el placer genuino y la satisfacción personal.
La Biblia Satánica, el texto fundamental del satanismo Laveyano, hace hincapié en la importancia de este día como una afirmación de la individualidad y un reconocimiento a los propios logros. «Los Satanistas son gente que celebra la vida, no nos obsesionamos con la muerte y vivimos la vida al máximo, de ahí el porqué que el día más importante para los Satanistas sea el cumpleaños de cada quien. Celebra tu cumpleaños con un ritual o con tus amigos o con tu familia y has lo que más te plazca, ya que es tu día”, se lee en el Libro de Lucifer que, además, añade: «Esto contradice el celebrar el nacimiento de algún Santo o deidad y muestra que el Satanista no elige proyectar externamente su ego, como si se tratara de otra fuerza. Si el Satanista elige ser su propio Dios, y reconocerse a sí mismo como tal, debe celebrar su fecha de nacimiento de la misma manera que otras personas celebran la concepción de su dios o figura espiritual respectiva.» No me sugeto a los dogmas, libros o voluntad de nadie, pero el concepto me gusta.
De modo que, para mí, el día de mi cumpleaños, los diecisiete días que le anteceden y los once que le preceden, son, en esencia, una rebelión contra la conformidad y la mediocridad. Son una declaración de que cada persona tiene el poder de crear su propia felicidad y de vivir la vida según sus propios términos. Son días para abrazar la individualidad, despertar los deseos y celebrar la libertad de ser quien realmente se es, sin importar las opiniones o expectativas de los demás.
Si bien el satanismo suele ser malinterpretado y asociado con imágenes oscuras y rituales macabros, el cumpleaños satanista nos recuerda que su esencia reside en la celebración de la vida, el amor propio y la búsqueda del placer. Es un día para honrar al individuo en toda su gloria y complejidad, sin ataduras ni dogmas, y eso es lo que el próximo viernes dieciocho de abril celebro.
¡Salve, Satán!
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