¿Magia Sexual a los quince? Las revelaciones de mi padre me explotan la cabeza

Por: La Bruja Celestina

Desde que tenía como doce años, mi padre me empezó a soltar cada rollo… El que nunca olvido fue sobre una cosa que él llama el «Pacto de la Dualidad». Según él, todos somos como recipientes de una «Llama Primigenia» y tenemos dos lados, uno femenino y uno masculino.

Me explicó que las mujeres, en nuestro lado más sensible, somos como la tierra que recibe la semilla. Y los hombres, con su lado más fuerte y de iniciativa, son los que hacen que las cosas pasen.

Lo que me impactó es que dijo que esa «Llama» dentro de nosotros no se hace más fuerte si ignoramos una de esas partes. ¡Al contrario! Para que esa chispa brille más, necesitamos unir lo femenino y lo masculino que tenemos dentro.

Para las personas solteras, como yo, papá dice que la clave está en buscar esa otra parte dentro de una misma. Que si eres mujer, tienes que despertar tu lado más fuerte y decidido. Como tener más carácter, supongo.

Luego habló de las parejas… y eso ya me incomodó un poco. Dijo que cuando un hombre y una mujer se juntan, de esa forma, se unen energías muy poderosas. Que no es solo algo físico, sino que al aceptar sus diferencias, se complementan y se hacen más fuertes juntos. Que en esa unión se libera una fuerza que va contra las reglas y hace que esa «Llama Primigenia» se sienta más intensa.

Y lo más raro es que dijo que en libros que no son los que leemos en la iglesia, como el evangelio de Tomás, dice que cuando hagamos que dos cosas sean una, lo de adentro como lo de afuera, lo de arriba como lo de abajo, y que el hombre y la mujer sean uno solo, entonces entraremos al Reino de Dios, pero no como Yo lo aprendí en el cole, sino como lo entienden los brujos: Un estado en el que, dicen, eres «Dios en la tierra».

Papá dice que esto de la magia sexual no solo habla de no tener género, sino de unir esas energías dentro de nosotros. Que la unión física, si se hace con respeto y esa intención, es una forma muy fuerte de lograr esa unión interna y externa. Que al juntar la parte femenina y la masculina en ese acto, imitamos cómo funciona el universo y nos acercamos más a esa «Llama Primigenia».

¡Y lo más fuerte es que hasta insinuó algo sobre Jesús y María Magdalena! No quiero ni repetirlo. Pero dijo que negar que las personas puedan unirse así es como negar que tenemos esos dos lados. Que buscar ese equilibrio entre lo femenino y lo masculino es algo natural para que podamos ser quienes realmente somos.

Todo esto me lo enseñó cuando tenía apenas doce años, porque dice que a esa edad es que las chicas reciben la primera gota de espíritu. Ahora tengo quince y sigo sin entender cómo se supone que debo conciliar todo esto con lo que me enseñan en el colegio católico. Y siendo soltera, ¿cómo encuentro y fortalezco mi lado masculino? Siempre me han dicho que debo ser recatada y comportarme como una señorita. Pero lo que dice papá… aunque me cuesta aceptarlo, me deja pensando. ¿Será que necesito ser un poco más fuerte y decidida?

Todavía no encuentro la forma de que todo esto encaje en mi cabeza.